Algunos consejos sobre participación y género
Sobre la participación
La educación en derechos humanos está ligada a procesos participativos y pretende empoderar a las personas para que lleven a cabo acciones colectivas. Para que la participación pueda convertirse en una experiencia positiva y facilite el aprendizaje, debe ser:
- Activa: en las discusiones y en la toma de decisiones, las intervenciones se hacen desde la experiencia y el conocimiento propios, así como desde la realidad social, económica, cultural y política (no se basan en ideas abstractas).
- Crítica y constructiva: la temática se analiza de manera constructiva teniendo en cuenta diferentes puntos de vista, fomentando la libertad de expresión, participación activa y análisis crítico de las situaciones.
- Organizada: existen una serie de pautas/reglas que se explicitan al comienzo del taller o reunión.
- Equitativa: todas las personas tienen las mismas posibilidades de participar y sus aportaciones tienen el mismo valor.
- Creativa: construye conceptos innovadores, profundizando en el análisis y estimulando la creación colectiva de nuevas ideas y reinterpretaciones de los conocimientos que ya se tienen.
Sobre el género
En todos los espacios cotidianos hay comportamientos, pensamientos y actitudes que mantienen la desigualdad y reproducen dinámicas de poder entre los/las participantes y quienes actúan como facilitadores, así como entre los propios participantes (ver Guía para el uso de metodologías participativas). Estas dinámicas son reflejo de las relaciones de poder que predominan en la sociedad, y la que se produce entre los géneros es una de ellas. Presta atención a algunos aspectos para evitar que se den situaciones de desigualdad:
- Asegúrate de que todas las personas tienen la oportunidad de ser escuchadas y tratadas de manera equitativa. Como facilitador/a, tienes que estar atento/a para poner freno a quienes dominan, pero siempre desde una postura positiva, donde una indicación o comentario pueda servir como aprendizaje colectivo.
- Cuidado con la asunción de responsabilidades y su reparto cuando desarrollamos una actividad, ésta debe ser equitativa.
- Utiliza un lenguaje no sexista, tratando de evitar fórmulas que invisibilicen a las mujeres, como el uso del masculino genérico. Intenta utilizar desdoblamientos o genéricos neutros.
- En la actividad que se esté desarrollando, visibiliza cómo afectan de manera específica a las mujeres y niñas la vulneración o vulneraciones de derechos humanos que estéis tratando, sin dar una visión victimizadora sobre ellas.